Arantxa Urretabizkaia visitó ayer por tercera vez a Amezketako Irakurle Taldea y conectó desde el primer momento con los lectores que acudieron, ya que comenzó la reunión contando un par de anécdotas que le quedaron clavadas en la cabeza en aquella primera sesión de Amezketa. Ayer se dieron cita el mayor número de lectores de los últimos años, 20 personas: unos, lectores habituales, otros que se acercaron atraídos por la propia escritora, y hubo quien apareció sin leer el libro.
En la sesión se introdujeron en el último libro de Urretabizkaia, «Azken etxea», en el que la escritora contó diversos detalles del libro a partir de las preguntas de los lectores: la idea inicial del libro, el estilo narrativo, el porqué de las características de los personajes clave del libro… y, además, los lectores también dieron su opinión. La tertulia de ayer sirvió, sobre todo, para reflexionar sobre la vejez, y Urretabizkaia lanzó mensajes a favor de la vejez activa, así como para reivindicar el poder ser una abuela «no entrañable». Todo ello acompañado, como siempre, por comida y bebida. En total fue una charla de alrededor de hora y cuarto.

Ayer mismo se detallaron todos los libros de 2023. Los últimos martes del mes los aficionados a la lectura de Amezketa se darán cita, a las 19:00 horas, en la primera planta de la Casa de Cultura, en el Hogar del Jubilado. El siguiente libro será «Atarian», de la tolosarra Maixa Zugasti, y recibirán la visita del propio escritor el último día de febrero.

También concretaron el calendario de este año. Las charlas serán cada cuatro semanas y en todas ellas los amezketarras recibirán la visita de la propia escritora:
Maixa Zugasti Muñoa: «Atarian», el 28 de febrero.
Joseba Sarrionandia Uribelarrea: «Munduari bira eman zion ontzia», el 28 de marzo
Kepa Iribar Elizegi: «72 ordu», 25 de abril
Nerea Ibarzabal Salegi: «Bar Gloria», el 23 de mayo
Los miembros de Amezketako Irakurle Taldea quieren extender la invitación a los y las amezketarras, así como a los lectores y a todos aquellos que tengan curiosidad, ya que no hace falta ser un experto en literatura para asistir.