¡Mañana, 1 de noviembre, os animamos a encender las argizaiolas en la misa mayor!

Durante generaciones las mujeres del pueblo han sido las encargadas de cuidar la tumba y encender su luz. En los últimos años, sin embargo, vemos tambalearse la fuerza de esta transmisión. Os invitamos a coger el testigo a las mujeres jóvenes y a mantener viva esta tradición histórica. A conocer la forma en la que nuestros predecesores lo han utilizado durante tantos años para unirse a los que nos faltan en casa.

¡Este tesoro que tenemos en el pueblo necesita de vuestra luz!