DECLARACIÓN INSTITUCIONAL PARA EL 25 DE NOVIEMBRE, APROBADA POR UNANIMIDAD EN SESIÓN EXTRAORDINARIA CELEBRADA EL 12 DE NOVIEMBRE DE 2020 EN EL AYUNTAMIENTO DE AMEZKETA, CON MOTIVO DEL DÍA DE LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES

La pandemia del COVID-19 ha hecho tambalear nuestras vidas y nuestras comunidades, desafiando la salud, la seguridad, el bienestar y la vida comunitaria de todas las personas. Nuestra forma de entender y estar en el mundo está cambiando. El confinamiento, las restricciones de movimientos y las limitaciones de relación han puesto de manifiesto, con toda su crudeza, situaciones muy vulnerables de mujeres enfrentadas a diferentes tipos de violencia machista.

 

Todos los contextos de crisis, como ocurre con esta pandemia, son un vivero de violencia machista para reproducirse, multiplicarse y multiplicarse. Esta violencia es una manifestación de relaciones de poder desequilibradas y de discriminación contra las mujeres, que se ven agravadas por la crisis sanitaria, social y económica que estamos padeciendo.

 

En la situación creada por la pandemia, debemos prestar atención a las mujeres y niñas que están combatiendo la violencia por sobrevivir en sus hogares, en sus trabajos y en sus espacios vitales. Merecen todo el reconocimiento y solidaridad de la sociedad. En este contexto, debemos seguir trabajando para crear las condiciones adecuadas para evitar el aislamiento, la desprotección y la invisibilidad. Por eso, hoy queremos recordar especialmente a las cuatro mujeres asesinadas este año en Euskal Herria, dos en la CAV y otras dos en Iparralde. Esta dolorosa realidad nos interpela como sociedad para seguir trabajando y comprometernos a movilizarnos para que no ocurra así.

 

Sin embargo, con eso no basta. Necesitamos un compromiso político claro porque la sociedad exige a las instituciones que conviertan la violencia machista contra las mujeres en una prioridad política Es hora de contar, como nunca antes, con todos los apoyos y recursos de los servicios públicos e instituciones, acompañar a las mujeres en sus procesos de liberación, recuperación, empoderamiento y autonomía Es imprescindible para que las mujeres recuperen el derecho fundamental a una vida que merece ser vivida con dignidad y seguridad Es, además, condición necesaria para que nuestros pueblos y ciudades se fortalezcan como espacios de convivencia segura, solidaria e igualitaria.

 

Por nuestra cercanía a la ciudadanía, los ayuntamientos vascos queremos poner voz a la solidaridad de nuestros municipios con las mujeres y otras víctimas de la violencia machista. Asumimos nuestra responsabilidad en colaboración y coordinación con todas las instituciones, colectivos feministas y colectivos de mujeres, expertos y agentes sociales. Por todo ello, el Ayuntamiento de Amezketa se compromete a:
• Situar los derechos de las mujeres víctimas de violencia machista en el centro de todo el proceso de atención, escuchando y atendiendo a sus necesidades y demandas, para diseñar nuevas políticas que garanticen el derecho a la protección, a la atención, a la reparación y a la garantía de no repetición.
• Mejorar la observación para detectar nuevas formas y perfiles de mujeres en situaciones de violencia y actuar con rapidez ante ellas.
• Mantener, mejorar y adecuar los servicios de atención y apoyo a las mujeres que enfrentan cualquier forma de violencia machista, con un enfoque reparador, en el marco de las competencias de cada institución.
• Impulsar programas de apoyo al empoderamiento de las mujeres y a la prevención de la violencia entre la juventud como herramientas fundamentales para evitar futuras situaciones de violencia.
• Preservar y estabilizar los programas de igualdad en la vida local para luchar contra el aumento de las desigualdades para aumentar las situaciones de vulnerabilidad de algunos colectivos de mujeres.
• Analizar el impacto de la crisis de COVID19 en el empobrecimiento y vulnerabilidad de las mujeres para poder diseñar actuaciones específicas de apoyo.
• Incorporar la perspectiva de género en las medidas para paliar las pérdidas de empleo, los ingresos y otros efectos negativos de la crisis, que han tenido un mayor impacto en las mujeres y suponen un obstáculo para salir de las situaciones de violencia machista.
• Solicitar la colaboración y coordinación entre instituciones, ayuntamientos, diputaciones forales y Gobierno Vasco para garantizar los recursos e iniciativa necesaria